El máximo solar, o la máxima actividad del Sol, se rige por ciclos naturales de alrededor de 11 años, que están marcados por el aumento del número de manchas solares. La disminución de éstas, a su vez indica el período de mínimo solar. Estas manchas son las que se observan de color oscuro en la superficie del Sol o fotosfera.
“El ciclo solar proporciona más que sólo el aumento de las manchas solares. En la atmósfera del Sol, o corona, aparecen brillantes regiones activas, que tienen sus raíces en las manchas solares más bajas”, destacan astrónomos de la NASA.
Los científicos están monitoreando de continuo las regiones activas del Sol, ya que son el origen de las erupciones y tormentas solares, que expulsan eyecciones de masa coronal (CME), que a veces van dirigidas directamente hacia la Tierra.
Cuando las CME chocan con el campo magnético de la Tierra, dependiendo de la intensidad y velocidad, potencialmente puede colapsar las fuentes de energía y afectar las redes de energía eléctrica. A su vez afecta las comunicaciones de alta y baja frecuencia, además de las comunicaciones GPS y satelitales.
La llegada de las partículas solares de las CME a los polos terrestres produce un cambio de ionización de éstas con coloridas auroras australes y boreales en los cielos nocturnos.
El mínimo solar más reciente tuvo lugar en 2008, y el sol comenzó a aumentar su actividad en enero de 2010, con una tormenta solar de rayos X, de magnitud M. Este destello de clase M “es 10 veces menos potente que las mayores llamaradas, etiquetadas como clase X“, señala la NASA.
Desde esta fecha el Sol se ha mantenido activo con tormentas solares de magnitud M y eventuales X. “El sol no ha dejado de ponerse en forma, con el próximo máximo solar previsto para 2013″, dicen los astrónomos.
“El viaje hacia el máximo solar es evidente en las imágenes actuales del sol, mostrando una marcada diferencia de las de 2010, con brillantes regiones activas repartidas por toda la estrella”.
Apocalíptico
USA ha levantado todas las alarmas. El ciclo solar ha cambiado y, con él, la inusual tranquilidad. El Sol entra en uno nuevo del que se espera una gran intensidad, lo que se traduce en mayor actividad magnética, más manchas y erupciones solares. Unos fenómenos que, aunque no lo parezca, pueden afectar enormente a nuestra actual sociedad plagada de sistemas de navegación y comunicaciones que podrían quedar en suspenso.
Y queda poco. Los científicos prevén que finales de 2013 será el momento de mayor actividad del nuevo ciclo. Aunque el riesgo se extenderá a los próximos seis años. La dependencia de las sociedades modernas, plagadas de redes de comunicación, satélites y telefonía móvil que podrían derrumbarse, agravan las consecuencias. Así, una tormenta solar extrema como la que se espera tendría graves consecuencias para nuestro estilo de vida.
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