09:50 A.M.
Los vientos huracanados azotaban las palmeras y algo de lluvia comenzaba a caer por el sur de Haití.
Los meteorólogos pronosticaron que la tormenta se abatiría contra el extremo meridional de la península de Haití después del alba y chorros de lluvia torrencial iban a caer por todo el país donde más de 600.000 personas aún seguían sin vivienda después del terremoto del año pasado.
"Si nos llega alguna tormenta ahora, será nuestro final", comentó Renel Joseph, de 57 años, un residente de Cite Soleil, una barriada costera de la capital de Haití.
David Preux, jefe de la misión Organización Internacional sobre Migración de Jacmel, una ciudad meridional de Haití, dijo que el viento, la lluvia y los relámpagos ya habían comenzado a sentirse el miércoles por la noche. "Esto solo empeorará", agregó.
"El problema es cuando la gente espera hasta el último minuto para evacuar", destacó Preux.
La tormenta se había detenido sobre la costa de la República Dominicana pero al parecer bordearía el extremo sur de ese país. Llevaba vientos máximos sostenidos de 85 kilómetros por hora (50 mph).
El especialista en huracanes John Cangialosi, del centro de huracanes, dijo que aunque el vórtice de la tormenta pasará sobre el suroeste de Haití, todo el territorio está en riesgo a causa de la intensa lluvia, que podría provocar acumulaciones de hasta 50 centímetros (20 pulgadas) posiblemente en área elevadas. Eso sería suficiente para causar problemas en un país propenso a las inundaciones catastróficas.
"En lo que respecta a la lluvia, todo el país tendrá una considerable cantidad de acumulación", indicó Cangialosi told The Associated Press.
Un grupo de asistencia de Naciones Unidas comenzó a distribuir productos para prevenir el mal del cólera que es provocado por aguas acumuladas, y el gobierno organizó una número de albergues.
Las autoridades dominicanas emitieron alertas de tormenta el miércoles por la noche desde Cabo Francis Viejo por el sureste hasta Cabo Engaño. Otra alerta continuaba vigente hasta la costa suroccidental.
Pero las intensas lluvias amenazaban a las dos naciones que comparten la isla La Española, dijo la meteorólogo Diana Goeller, del Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos. Los dos países están divididos por una cordillera de alta montañas.
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