El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, dijo ayer que su Gobierno enfrenta un "golpe de Estado económico" desatado por "apátridas" y tras señalar de "conspirador" al sector empresarial aseguró que culminará su mandato cuando le corresponde, en 2019.
"Venezuela ha podido enfrentar una guerra eléctrica como nunca antes (...) una guerra económica silenciosa, nosotros estamos enfrentando un golpe de Estado económico silencioso desatado por la burguesía apátrida, los sectores apátridas, especulativos y parasitarios", dijo Maduro a periodistas.
El gobernante señaló, tras culminar un acto en homenaje al fallecido presidente Hugo Chávez (1999-2013) en el Cuartel de la Montaña en Caracas por cumplirse hoy ocho meses de su muerte, que tras esa "guerra" se encuentra el sector empresarial privado.
Dijo que "conspiran abiertamente" para sabotear la producción nacional, el comercio, los precios "y atacar la moneda" la principal patronal del país, Fedecámaras, el Consejo Nacional del Comercio y los Servicios (Consecomercio) y la Cámara Venezolano-Americana de Comercio e Industria (Venamcham).
Reiteró que para que la oposición logre su salida del Gobierno antes de que culmine su período presidencial la Constitución prevé la figura del referendo revocatorio que es aplicable tras cumplir la mitad de su mandato en 2016.
Sin embargo, dijo estar seguro de que en 2016 "el pueblo" tendrá "la fortaleza para ratificar el camino de la revolución" y logrará cumplir con su mandato hasta 2019, "por ahora", dejando abierta la posibilidad de que sea reelegido.
Maduro ya había acusado a Fedecámaras, Consecomercio y Venamcham, de la "guerra económica" que, según ha reiterado en los últimos meses, sufre Venezuela en un acto que encabezó hace dos semanas.
"A nosotros no nos gobierna ni Fedecamaras ni Consecomercio ni Venamcham, tres enemigos del pueblo, pueblo reconócelo son tus enemigos económicos, ellos están detrás de la guerra económica, esas tres instituciones", indicó entonces.
Maduro ha acusado reiteradamente a la oposición de llevar adelante una guerra económica contra su Gobierno, asegurando que esa es la causa principal para los problemas de, entre otros aspectos, el desabastecimiento que vive el país, una situación crónica que se ha agudizado en los últimos meses.
Venezuela presenta una inflación cercana al 40 % al término de septiembre, mientras que el dólar paralelo ilegal puede llegar a septuplicar el precio oficial (6,3 bolívares) y el crecimiento económico se ha ralentizado en el primer semestre hasta el 1,6 %, frente al 5,6 % de 2012.
En las últimas semanas, el Gobierno ha tomado varias medidas para tratar de agilizar la entrega de moneda extranjera a los importadores en un país donde el Estado monopoliza la comercialización y control de las divisas.
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