La "Baby" ante el escenario de la justicia.

Santiago. - Lejos de la platea del espectáculo, ayer, Martha Heredia, la otrora “muchachita” de zarcillo en la nariz, que en el 2009 hizo viajar las oraciones dominicanas desde el Caribe hasta Buenos Aires, amaneció en una silla de la cárcel preventiva del Palacio de Justicia de Santiago. Desde ayer, sus manos, las que tantas manos y micrófonos han estrechado, se mantienen atadas por la fuerza y el acero de un par de esposas.

De ser condenada por violación a la Ley 50-88 sobre Drogas y Sustancias Controladas, la “Baby” de 22 años, podría ser penalizada con 20 años de prisión, afirmó ayer la fiscal de Santiago, Luisa Liranzo. 

Anteanoche, la cantante que no reside en su terruño, Santiago, pretendía abordar un vuelo de Jet Blue con 1,283 gramos de heroína, que le fue ocupado en el aeropuerto internacional Cibao.

Desde entonces, la noticia del apresamiento de la cantante corrió a velocidad de la luz. Desde el miércoles por la noche los medios no cesan en informar y la gente a través de las redes sociales emite comentarios diversos sobre el último episodio en que Heredia alcanza mención y titularidad.

Detenida por agentes de la Dirección Nacional de Control de Drogas, en presencia del fiscal Osvaldo Bonilla, desde la terminal aérea la cantante fue trasladada a la División Norte de la Dirección Nacional de Control de Drogas ubicada en la Fortaleza San Luis. De allí, ayer en la mañana fue llevada con celo por una amplia escolta, a la cárcel preventiva del Palacio de Justicia de Santiago.

 Con semblante tranquilo y sin ocultarse de las cámaras, la cantante fue trasladada esposada al edificio Federico C. Álvarez, donde al mediodía acudió su madre Mary Rivas, a llevarle comida. Esta vez no hubo aplausos y algarabía, solo expectación por la suerte de la esposa de Manuel Varet Martes (Vakeró), a quien Heredia denunció por violencia doméstica, por cuyo caso cumple prisión preventiva en San Pedro de Macorís.