10:42 A.M.
San Luis. - Los Cardenales de San Luis vencieron ayer viernes a los Rangers de Texas 6-2 para titularse en la Serie Mundial del béisbol norteamericano. Este fue el undécimo trofeo de los Cardenales en el ‘Clásico de Otoño’ y el segundo en los últimos años, ya que habían ganado en 2006 a Detroit. Chris Carpenter (2-0) se fue con la victoria, su segunda de la serie y la cuarta de la postemporada. Para el manager Tony LaRussa fue su tercer título de Serie Mundial.
Los Cardenales de San Luis, el equipo que nunca se amilanó, se consagraron anoche campeones de la Serie Mundial por décima primera vez en su historia al vencer 6-2 a los Rangers de Texas.
En el primer séptimo juego en una Serie Mundial desde 2002, Chris Carpenter exhibió su casta al lanzar seis entradas para los Cardenales con tres días de descanso.
Además, los inesperados héroes David Freese y Allen Craig volvieron a ser fundamentales con sus bates.
Craig conectó un jonrón que le dio la ventaja definitiva a San Luis en el tercer episodio y Freese bateó un doble remolcador de dos carreras que sirvió para borrar de inmediato una ventaja madrugadora de Texas, que pagó muy caro el descontrol de sus lanzadores.
Para el deleite de un lleno total de 47.399 aficionados en el Busch Stadium, Jason Motte retiró a David Murphy con un elevado al jardín izquierdo para el último out.
Dirigidos por Tony La Russa, los Cardenales festejaron otra corona más y la primera desde 2006. También se consolidaron como el segundo equipo con más títulos de las Grandes Ligas, sólo detrás de los 27 de los Yanquis de Nueva York.
Una noche después de sobrevivir tras encontrarse dos veces a un strike de quedar eliminado, San Luis se convirtió en el 19no conjunto en la historia que voltea una desventaja 3-2 en el Clásico de Otoño para consagrarse.
Fue un triste desenlace para los Rangers, el primer equipo que sucumbe en dos clásicos consecutivos desde Atlanta en 1991-92.
Los Cardenales, en cambio, se convirtieron en el quinto wild card en proclamarse campeón y el primero desde los Medias Rojas de Boston de 2004.
De mejor forma no pudo ser al considerarse el torbellino que el equipo de la región centro-norte de Estados Unidos tuvo que pasar para primero colarse a la postemporada y luego tumbar a favoritos uno tras otro.
-Tuvo que remontar una diferencia de 10 juegos y medio para quitarle el comodín a Atlanta en el último día de la temporada regular.
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