jueves, 4 de agosto de 2011

Matan a maestra por celos profesionales en Barahona.


10:17 A.M.

BARAHONA. - La cara del crimen se sigue cubriendo con el velo de la sorpresa y dos de sus últimas acciones han abierto la interrogante de qué tan grande puede ser la ingratitud humana.

Si sorprendente fueron las conclusiones del caso sobre el asesinato de Yessenia Rivera, por el cual la Fiscalía de Santo Domingo acusó a su primo y “mano derecha”, igual de insólito son los resultados del crimen contra la profesora Lenny Feliz, ocurrida en la comunidad Juan Esteban de esta provincia.

Una jueza interina del juzgado de la instrucción de este municipio ordenó ayer el envío a prisión preventiva por tres meses del profesor Fernando Carrasco Roque (Chito), acusado de asesinar a martillazos a la maestra y luego enterrar su cuerpo para fingir su desaparición.

Fernando no solo era vecino de la víctima, su protegido y compañero de ella en la Asociación Dominicana de Profesores, sino que también recibía un tratamiento de hermano y como tal lo incentivó y apoyó en sus estudios, además de que gestionó su nombramiento en el Ministerio de Educación.

A pesar de que también son acusados los profesores Luis Amauris Feliz Gómez (Felo) y Sandro Feliz Santana, la jueza Catalina Pérez no encontró elementos de pruebas para mantenerlos en prisión y ordenó su puesta en libertad a cambio de una garantía económica de 30 mil pesos.

El fallo fue rechazado por el ministerio público, que anunció elevará un recurso de oposición y por los familiares que se enfurecieron fuera del Palacio de Justicia, a en donde se aglomeraron en espera del resultado de la vista de medida de coerción.

“Ese muchacho era como un hermano de nosotros. Él fue a la casa y nos dijo que el motor se le dañó y que vino una guagua de doble cabina y se la llevó”, narró anoche su hermana, Dayana Feliz, en una rueda de prensa que los familiares realizaron en el hotel Casandra Damirón.

Lenny, de 37 años de edad y madre de tres hijos, era vicealcaldesa de la Junta Municipal de Bahoruco por el Partido de la Liberación Dominicana (PLD). El día que la asesinaron, 13 de julio pasado, Carrasco Roque (Chito), quien se desempeñaba como director de la escuela de la vecina comunidad de El Mundito, se ofreció llevarla en su motocicleta hasta la escuela Cristo Rey de Barahona, donde participaban en un curso de actualización en informática, pero nunca llegaron.

En cambio alegó que en el camino su moto se dañó y en ese momento pasaron desconocidos en una camioneta de doble cabina y se la llevaron. Desde entonces insistió en tratar de convencer a sus familiares de que el responsable pudo haber sido el ex esposo, Luis Arboleda, quien al verse acosado, acudió el pasado día 29 de julio a poner la denuncia en la Policía sobre la desaparición de la maestra.

La coartada de Chito provocó que por 22 días los familiares creyeran que la educadora estaba “secuestrada” por el esposo, ya que desde su celular le enviaban mensajes a su hermana, Dayana, residente en Puerta Plata, sobre su situación.

“Me decían cosas tan íntimas que creímos que era ella. Además era de su teléfono”, dijo anoche su hermana.

Esos mensajes llevaron a las autoridades a interceptar el teléfono, y para sorpresa se determinó que estaba en poder de Chito. Una ampliación de las pesquisas determinó que éste había regalado la laptop de la profesora a su novia, Angelina Feliz, prima de la víctima y a quien se le había permitido vivir en la casa de la profesora cuando iniciaron la relación de noviazgo.

Cambio de historia
Con las evidencias en su contra, cambió de historia y señaló como autores del crimen a los profesores Luis Amauris Feliz Gómez (Felo), de 43 años, de la Escuela El Guayabal, y Sandro Feliz Santana, de 38, de Agu¨ita Blanca.

Alegó que estos cometieron el hecho porque se sentían marginados, pues la maestra recibía incentivos de las autoridades del Ministerio de Educación.

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EL MOTIVO PUDO SER ECONÓMICO

Según versiones de los familiares, la Policía le ocupó recibos de compraventas de las joyas propiedad de la víctima, además de que puso su tarjeta de débito para obtener un préstamo a rédito con un comerciante de este municipio.

Sin embargo, en entrevista a este diario en la sede de la Policía dijo que era la profesora quien le debía unos 20 mil pesos que había obtenido de un “san” y lo había entregado a ella “para hacer política”.

El cuerpo
Patólogos del Instituto Nacional de Ciencias Forenses, de la regional de Azua, junto a miembros de la Defensa Civil, la Policía, el ministerio público y la Cruz Roja Dominicana, exhumaron ayer el cadáver.

En el lugar de la exhumación estaba la directora de la regional 01 del Ministerio de Educación y del distrito escolar 0103, Cándida Espinosa, y Luis Manuel Matos, quienes dijeron estar impactados por la forma brutal, fría y calculadora en que sus colegas maestros asesinaron a su compañera.

También miembros del Departamento de Investigaciones Criminales de la Policía que recogían evidencias, así como decenas de curiosos que se presentaron hasta el lugar de la tragedia.

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