Empezar a trabajar con Madonna a los 18 años definitivamente puede cambiarle a uno la vida, más aún si se hace en una gira mundial que genera escándalo incluso antes de salir de Estados Unidos.
Así le sucedió a José Gutiérrez “Xtravaganza”, uno de los siete bailarines que aparecen en el emblemático video de “Vogue” de Madonna y que acompañaron a la reina del pop en su sensual gira mundial de 1990 “Blond Ambition”.
La vida de estos bailarines se presenta en el documental “Strike a Pose” de los holandeses Ester Gould y Reijer Zwaan, que se estrena el jueves por el canal Logo en Estados Unidos.
“No entendía cuál era el interés con nosotros, quién era esta gente de Holanda que nos buscaba”, dijo Gutiérrez, nacido en Estados Unidos de padres dominicanos, en una entrevista telefónica reciente.
“Ellos tenían la misma pregunta que tenía todo el mundo: … ‘¿Dónde andan estos muchachos que cautivaron al mundo? ¿Qué les pasó?’. Seguramente cuando buscaron en internet había mucha gente que pensaba lo mismo”, agregó.
Madonna ha generado a su alrededor mitos sobre su perfeccionismo y carácter estricto. Gutiérrez no lo negó, pero explicó los motivos.
“Es muy difícil para una mujer salir adelante”, dijo. “Ella siendo muy inteligente y trabajadora ha logrado mucho en un mundo de hombres, y más en una carrera artística”.
A sus bailarines también les gustaba la perfección. Aun empezada la gira seguían trabajando en las exigentes coreografías que presentaron más de 100 veces a lo largo de varios meses.
“Seguíamos ensayando”, recordó Gutiérrez, quien habló en español. “Practicábamos y ensayábamos las cosas que no salían tan bien la noche anterior, todos los días”.
Tras la gira, Gutiérrez continuó trabajando con Madonna, en los videos de “Erotica” y “Justify My Love”. La cantante además colaboró haciendo coros en un EP que Gutiérrez hizo con su amigo Luis Camacho, otro de los bailarines retratados en el documental.
En cuanto a la cultura latina, Gutiérrez dijo que desde que conoció a Madonna era algo que le llamaba la atención a la cantante, cuya hija mayor es producto de su relación con el bailarín cubano Carlos León.
“En todos sus videos, desde el principio, siempre hacía homenaje a la comunidad hispana”, señaló el bailarín. “Los grandes amores en su vida han sido hombres hispanos”.
Parte de “Strike a Pose” muestra los efectos que tuvo el documental “Madonna: Truth or Dare” (1991) dirigido por Alek Keshishian, creado con imágenes entre bambalinas de la gira “Blond Ambition”. El filme, que mostraba la vida cotidiana de los bailarines, en su mayoría gay, fue controvertido en su época; había mucho rechazo para la comunidad gay por la crisis de sida que se vivía en el mundo.
“No fue una actuación, eran nuestras vidas”, dijo Gutiérrez. Madonna “usó su voz y su talento para expresar lo que estaba sucediendo en ese momento, cuando nadie quería”.
“Por eso yo creo que la comunidad gay siempre la aprecia y la siguen apreciando, porque usó su voz y su figura artística para hablar sobre cosas que no se estaban hablando en ese entonces”, añadió.
Lamentó la actitud de muchos jóvenes de hoy que desconocen la lucha que hubo para acabar con los prejuicios hacia el VIH y la comunidad LGBT.
“Viví todo eso y vi a muchas de mis amistades morir de sida”, dijo. “Los ‘millennials’ no saben nada de eso… No le tienen miedo como antes. Ahora es como si nada”.
A sus 45 años Gutiérrez se mantiene activo. Recientemente hizo la coreografía para la serie “The Get Down” de Baz Luhrmann y da clases de danza que incluyen el estilo callejero conocido como Vogue.
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