Un adiós para no olvidar
La vida de Jenni Rivera fue celebrada el miércoles con música mientras sus apasionados admiradores gritaban “¡Jenni, Jenni!” en el homenaje póstumo para la cantante fallecida en un accidente de avión en México.
Olga Tañón y los hijos de Rivera estaban entre las personalidades que se presentaron en el Gibson Amphitheatre de Los Angeles donde miles de admiradores se reunieron para darle el último adiós a la Diva de la Banda.
Entre los invitados se encontraban los astros mexicanos Marco Antonio Solís, Ana Gabriel y Joan Sebastian.
El ataúd rojo de Rivera se veía en el escenario rodeado por innumerables rosas blancas, mientras imágenes de la cantante eran proyectadas en una gran pantalla.
Los hermanos de Rivera hablaban conmovidos de su hermana y la llamaron “reina de reinas” y “diva eterna”. Su padre dijo que la felicidad de Rivera y su cariño por el público “nunca será olvidado”. Después interpretó una canción que compuso para su hija, quien ascendió de sus humildes orígenes hasta convertirse en una estrella.
La familia pidió a las estaciones de radio de música latina en Estados Unidos que interpretaran la canción de Rivera “La gran señora” al mediodía del jueves en su honor.
Cientos de seguidores de la intérprete llegaron hasta el foro con la esperanza de obtener un boleto para el homenaje. Muchos más compraron los boletos de 1 dólar por adelantado.
El funeral estuvo cerrado para la mayoría de los medios, aunque se podía ver en internet y en algunas televisoras.
Rivera y seis personas más murieron el 9 de diciembre en un accidente de avión en el norte de México que sigue bajo investigación. La cantante de origen mexicano, era madre de cinco hijos y abuela de dos nietos. Tenía 43 años.
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