Miguel Vargas logro lo que quería, hacer que la militancia del PRD pase cuatro años más fuera del poder.
No entendió que antes que el ego personal, tenía que ante poner por encima al partido, que en su condición de presidente de dicho colectivo, no debió permitir que sus parciales se pronunciaran a favor del candidato contrario, con su silencio fue más que cómplice de los actos de su gente.
Es mejor ver el barco naufragar, con todos y pasajero, que ayudarlo a llegar a puerto seguro, aunque no le tocase ningún tipo de ganancias.
Miguel pagara caro sus errores ante una masa perredeistas que desde ya pide su cabeza.
Lo mejor que puede hacer es renunciar, para evitar la guerra que ha de venir por el control de dicho partido y para la cual no esta preparado.
Es cierto que como empresario privado es un excelente negociante, pero en política demostró que se quemo en el examen.
El PRD merece otra mejor suerte, no dejarlo caer en un vacio, como hasta ahora lo viene haciendo su actual presidente, el que con sus fallidas estrategias dejo sin senadores a este partido.
Si tiene dignidad, renunciara de inmediato, de lo contrario que se prepare para la pelea, que la guerra de Troya es una mano de bingo, con lo que se le viene encima en los próximos días.
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