10:30 A.M.
Santiago. - En su esfuerzo por empatar la serie final, las Águilas apelaron a su mejor lanzador y éste no las defraudó.
Tampoco Héctor Luna hizo quedar mal al dirigente Félix Fermín, quien con las bases llenas y dos outs apeló a su lastimado tercer bate para que remolcara la vuelta del triunfo y así lo hizo.
Raúl Valdés se comportó nuevamente como todo un guerrero en el montículo, lanzando ocho sólidas entradas, y Luna, con la mano derecha inflamada arribó al pentágono como un extraño emergente, y produjo el sencillo remolcador de la vuelta que le dio el triunfo a las Águilas con cerrador marcador de 2-1, en un partido repleto de emociones en el estadio Cibao.
Esta victoria de los cibaeños provoca un empate a tres victorias con el Escogido y eleva el interés de los amantes del béisbol de una serie que tras los melenudos ganar los primeros tres partidos sin derrotas se tornaba algo desabrida.
Valdés, en otro impresionante desempeño, silenció los bates escarlatas durante ocho entradas, en la que permitió apenas tres imparables, dos boletos y abanicó a once, en un choque donde lanzó 112 pitcheos.
La mayor amenaza que confrontó aconteció en el tercer episodio, en el cual Fernando Tatis le conectó sencillo al izquierdo, Pedro Florimón recibió boleto, pero retiró a José Constanza para luego ponchar a Iván de Jesús.
Llegó un momento entre el cuarto y quinto episodio en que Valdés abanicó a cinco en forma seguida. En cinco de los ocho episodios retiró a la oposición sin inconvenientes.
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