Santo Domingo. - Un hombre de 34 años de edad, padre de cuatro hijos, murió de un balazo en la cara ayer en Villa Faro, Santo Domingo Este, mientras que en Santiago fue muerto uno de varios manifestantes encapuchados que supuestamente cobraban “peajes” a conductores y transeúntes durante la convocatoria de paro nacional. Otras 13 personas resultaron heridas de bala, entre ellos tres policías en Barahona, a consecuencia de hechos violentos registrados.
El joven muerto fue identificado como Anderson Parra Cruceta, quien cayó abatido próximo a su casa en la Calle Central del barrio La Campaña de Villa Faro, en el municipio Santo Domingo Este, en momentos en que, a poca distancia del lugar se escenificaban los disturbios. Mientras la gente protestaba por las condiciones de la vía de acceso al lugar, un tiro le cegó la vida perforando su lengua.
En tanto, que los convocantes al paro, agrupados en el Foro Social Alternativo, calificaron como un rotundo éxito el respaldo alcanzado en las primeras doce horas de la jornada, hasta las 6:00 de la tarde de ayer. Informaron que levantaban la protesta a las 6:00 de la mañana de este martes, como estaba previsto.
Otorgaron un plazo al gobierno hasta el 14 de agosto para que responda a sus demandas de reducción en el precio de los combustibles, de la tarifa eléctrica y en contra de las medidas económicas adoptadas.
Para esa fecha tienen previsto desarrollar una asamblea nacional del pueblo para decidir las nuevas acciones.
Desde las 6:00 de la mañana de ayer, el paro se sintió en los sectores transporte y comercio. Muchos empleados no pudieron llegar a sus centros de trabajo por la falta de vehículos del transporte público en las calles y muchos negocios no abrieron sus puertas o las cerraron temprano.
Hechos violentos En barrios como Villa Faro y Los Tres Brazos, de Santo Domingo Este, y Capotillo, de la capital, se registraron quemas de neumáticos y enfrentamientos a tiros y pedradas entre manifestantes y agentes policiales.
El hecho donde fue muerto Parra Cruceta se produjo pasadas las cuatro de la tarde. Según las versiones, el joven había llegado al entorno de las protestas e iba a subir hacia donde se encontraban unos amigos suyos. Testigos dijeron que se puso a tomar imágenes de la protesta con un teléfono celular cuando fue impactado por una bala que no se sabe quién disparó.
El joven vivía en la casa número 66 de La Campaña, fue conducido agonizante hacia el hospital Darío Contreras, donde murió poco después.
El jefe de la Policía Nacional, mayor general José Armando Polanco Gómez, ordenó realizar una investigación exhaustiva sobre las circunstancias en que resultó muerto Parra Cruceta.
Según la patóloga forense, se trató de una herida causada por una bala en la lengua sin salida. El joven era técnico en instalación de ventanas, y vecinos y familiares lo definieron como alguien que trabajaba para sobrevivir y que nunca se metía en problemas. Tenía cuatro hijos: uno que vive en Estados Unidos, uno en La Romana y dos en el sector Los Solares.
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