03:53 P.M.
PUERTO RICO.-Más allá del amor que existió entre ellos y más allá del cariño y el respeto que se profesan sus respectivas familias, entre Luis Fonsi y Adamari López existe un vínculo más grande y poderoso que todavía los une y que ha hecho prácticamente imposible que se pongan de acuerdo para que de una vez y por todas estampen sus firmas en el documento que los declararía oficial y legalmente divorciados.
Ni piense que se trata de algo material. Cada uno de ellos por su parte ha generado suficiente dinero, a base de mucho trabajo, para vivir bien y seguir adelante por caminos separados.
El verdadero motivo para que la actriz y el cantautor, que una vez fueron la pareja de ensueño de la farándula boricua y latinoamericana, estén enfrascados en un impasse descansa en un laboratorio en Nueva York.
Son nada más y nada menos que los óvulos fertilizados que en realidad constituyen los potenciales hijos de Adamari y Fonsi.
Para Fonsi, esos óvulos son también sus hijos, pero de nacer ahora serían de su futura ex esposa; lo atarían de por vida con Adamari y él aún podría considerar ser padre en el futuro con otra pareja.
A todo esto se suma el debate moral, religioso y científico que surge ante el futuro de estos óvulos fertilizados, ya que en potencia son seres humanos por nacer.
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