Indonesia.
Ardi Rizal es un niño indonesio de dos años de edad que se fumó su primer cigarrillo cuando tenía 18 meses. Ahora, con dos años cumplidos, se enoja cuando sus padres no lo dejan fumar."No estoy preocupado por su salud, se ve saludable", asegura el padre del joven Mohammad Rizal que no ve nada de malo en que su bebé fume, aunque reconoce que su hijo "es un adicto" que "grita y hace pataletas cuando no lo dejan fumar".
Aunque un fumador de dos años está por fuera de las estadísticas de ese país, las cifras dicen que un 25 por ciento de los niños indonesios de entre tres y 15 años ha probado los cigarrillos y la cantidad de fumadores activos en ese rango de edad asciende a 3,2 por ciento, según publica el diario 'Daily Mail' .
Las organizaciones que defienden los derechos de los niños en Indonesia han comenzado a denunciar los daños para la salud que provoca el humo a los no fumadores, en un país donde un tercio de la población es adicta al tabaco y los cigarrillos sueltos se pueden comprar a bajo precio, tal y como ocurre en Colombia.
Seto Mulyadi, presidente de la comisión de Indonesia para la protección de la infancia, culpa de esta realidad al aumento de la publicidad agresiva y a los padres fumadores. "Una ley para proteger a los niños y a los fumadores pasivos debe ser promulgada", dice.
Ya el año pasado la ley de ese país reconoció que fumar es adictivo y existen proyectos para regular la publicidad y el consumo de cigarrillo en lugares públicos, pero las presiones de la industria tabacalera han impedido que nuevas normas se establezcan.
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