viernes, 28 de mayo de 2010
Familiares y amigos dan último adiós a José Lima en NY.
NUEVA YORK._ La tristeza se apoderó de familiares, amigos, allegados, artistas, empresarios, políticos y peloteros de Grandes Ligas entre ellos Tony Peña, David Ortiz y Robinson Canó, desde las primeras horas de esta tarde, poco después de que el cadáver de José Lima fuera expuesto en la funeraria Coppola Maggliore en la calle 104 y avenida 49 en Corona, Queens.
Vestido con un traje gris a cuadros y con las manos cruzadas sobre el pecho, rodeado de docenas de azucenas, claveles, rosarios y crucifijos, yace el cuerpo sin vida del ex lanzador estrella de las Grandes Ligas en una pequeña sala de la casa fúnebre.
Llantos desagarradores, lamentos, relatos de anécdotas y testimonios de quienes lo conocieron de cerca, han sido parte de las escenas de dolor y congoja que se verifican.
El cadáver fue expuesto a la 1:30 de la tarde para que los familiares pudieran rendir su tributo primero, pero la ceremonia privada se salió de control y mucha gente logró entrar a la sala de velatorio.
Entre los primeros en llegar, estuvieron Tony Peña, asistente del manager de los Yankees de Nueva York, David Ortiz bateador designado de los Medias Rojas de Boston, Robinsón Canó segunda base de los Yankees y el Shino Aguacate, destacado merenguero típico radicado en la urbe.
Uno de los amigos más íntimos de Lima, el empresario José Azcona (JD), quien se ha encargado de todos los arreglos funerarios, dijo que no puede describir cómo se siente. "Eramos más que hermanos y sólo me queda seguirlo recordando y mantener su memoria viva", dijo Azcona. Señaló que la última vez que vio a Lima fue en Santo Domingo durante la temporada invernal del 2009.
"El viernes, dos días antes de morirse, me dejó un mensaje en el celular que no pude contestar. Sería cosa del destino y la siguiente llamada fue de su esposa diciéndome que había fallecido", agregó Azcona.
Entre sollozos, Tony Peña dijo que la pérdida de Lima es una irreparable partida que muy pocos podrán sustituir. El ex estelar catcher de las Grandes y ex manager de las Aguilas Cibaeñas dijo que no pudo reaccionar cuando se le informó sobre la muerte del lanzador.
Con palabras entrecortadas, Peña relató que tuvo que sentarse por unos cinco minutos, por el impacto de la noticia. "Comencé a hacer llamadas para asegurarme, porque no podía creerlo y quería saber si era verdad".
Informó que acudió a la funeraria, porque no puede dejar el equipo de los Yankees que este fin de semana tiene serie de 3 partidos frente a los Indios de Cleveland. "Me hubiera gustado haber ido a Santo Domingo a darle el último adiós, pero en vida, él sabía lo que yo lo he querido".
Peña fue manager de Lima en los Reales de Kansas City en el 2004 y el año pasado también lo dirigió en el 2009 en las Aguilas Cibaeñas.
César Guzmán, padre de uno de los ahijados de Lima, narró que la muerte del pelotero es una pérdida irreparable para el deporte, la música y el país. Recordó que se conocían desde hace 25 años y Lima le bautizó un hijo y él (Guzman) fue el padrino de su boda.
Hombres, mujeres, jóvenes y niños visten suéteres con la fotografía de Lima y una de los momentos más dramáticos fue cuando su esposa Dorca Astacio, tuvo que abandonar temprano la funeraria para abordar un vuelo a la República Dominicana. En los funerales también estuvo José David Junior.
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