SAN FRANCISCO DE MACORÍS. 18 años o lo mismo que 6,575 días tuvo que esperar el Escogido para volver a saborear una corona de la pelota otoño-invernal dominicana.
Desde ese 29 de enero de 1992, cuando el equipo dirigido por Felipe Rojas Alou derrotó en el cuarto partido a las Estrellas Orientales, transcurrieron 157,800 horas de frustraciones escarlatas.
Francisco Liriano lanzó cinco sólidas entradas y el bateo rojo fue oportuno, encabezado por Alexander Valdez con dos hits y dos producidas, para comandar la victoria sobre los Gigantes 5-2, en el noveno y decisivo partido de la serie final disputada en el estadio Julián Javier.
Liriano (1-1) estuvo en montículo durante cinco entradas periodo en el que dominó a su antojo a los bates nordestanos. Enfrentó a 16 bateadores de los que ponchó 10, no otorgó bases y apenas toleró un incogible.
Nelson Figueroa lanzó dos entradas, José Veras volvió a fallar en rol de relevo, pero Claudio Galvá y Santiago Casilla detuvieron una rebelión local en el octavo y garantizaron el triunfo.
Los Gigantes llegaron al choque con incertidumbre en torno a su abridor y esa debilidad le pasó factura. El venezolano Víctor Zambrano abrió por el equipo de casa con apenas dos días de descanso y apenas pudo estar en el montículo por una entrada y dos tercios donde fue castigado con tres hits y las tres anotaciones que hicieron la diferencia.
"EL QUE GANA ES EL QUE GOZA".
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