SANTO DOMINGO.- El mercado negro de armas se expande en la República Dominicana, donde es posible adquirir de manera ilegal un fusil AK-47, una pistola Glock automática con peine extendido de 32 cartuchos, una metralleta Uzi, una mini-Uzi o un rifle M-16 de última generación y hasta con mira telescópica con infrarrojo, según afirma una agencia de prensa internacional.
Xinhua, la agencia oficial de noticias del gobierno de la República Popular China y la mayor de este país, sostiene que ésas y otras sofisticadas armas, que no son de uso oficial en los organismos militares y policiales, y que no están disponibles en las tiendas de venta de estos equipos en el país caribeño, están en manos de civiles en la República Dominicana y, generalmente, de personajes ligados a bandas criminales y narcotraficantes.
"Comprar ilegamente una metralleta, un fusil o una pistola automática puede costar entre 50.000 y 100.000 pesos dominicanos (1.369 y 2.739 dólares), dependiendo de la popularidad del arma, de quiénes sean los vendedores y quiénes sean los compradores", dice la agencia china, en un despacho fechado en Santo Domingo y calzado con la firma del periodista Eugenio Echavarría.
Explica que estas armas llegan de contrabando por diferentes vías: la frontera con Haití y en puertos y aeropuertos, donde furgones cargados con equipos electrodomésticos, piezas de vehículos y hasta ropa fina para venta en "boutiques" de alto lujo -que no pagan impuestos- no son verificados por los inspectores.
Agrega que a lo largo de los últimos tiempos, pertrechos bélicos, armas de diferentes tipos y calibres, cartuchos, chalecos antibalas, linternas con infrarrojo, han sido decomisados por las autoridades cuando eran ingresados ilegalmente al país por narcotraficantes, sicarios y delincuentes comunes, pero también muchas de estas armas y equipos son comercializados clandestinamente para ser usados en la seguridad personal y de propiedades, en lo que apunta a ser un mercado ilegal de jugosos beneficios, en crecimiento, y que opera sin dificultades.
"Conseguir una metralleta Uzi o una pistola Glock no es muy difícil (...) lo que hay que tener es un contacto y disponer de entre 50.000 y 100.000 pesos", comentó un comerciante de armas autorizado, quien dijo que el negocio legal ha sufrido "serios transtornos, ya que se combinan las severas restricciones oficiales para obtener las licencias y las ofertas del mercado clandestino", de acuerdo a Xinhua.
El mercado legal de armas, aseguran los comerciantes de esos artículos, "está en el suelo", y señalan que no hay inventarios de armas actualmente debido a la incursión de tantas armas ilegales, lo que ha llevado a una paralización del negocio.
A principios de la actual administración, en 2004, las autoridades aplicaron medidas restrictivas para la importación de armas y municiones de distintos calibres, debido a las quejas de la población sobre la proliferación de armas de fuego en manos de civiles que luego iban a parar a manos de delincuentes.
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