Policia Nacional dice mantendra el orden ante la desobediencia.

SANTO DOMINGO. Ante la denuncia de que grupos políticos inconformes con los resultados de las elecciones, estarían planificando actos de desobediencia civil, la Policía Nacional informó ayer domingo que garantizará el orden público y la tranquilidad ciudadana.

A través de su vocero, el general Nelson Rosario, la Policía explicó que está lista para afrontar desórdenes que se deriven de la realización de huelgas y paralizaciones, aunque oficialmente ningún partido político ha convocado aún a paros o movilizaciones.

Sobre la denuncia el presidente del PRD, Miguel Vargas Maldonado, la atribuye a una supuesta desesperación del Partido de la Liberación Dominicana, alegando que es ese partido quien quiere desconocer y violentar la voluntad popular.

Llaman a la calma


Los líderes de la mediana industria del país convocaron a los partidos políticos, a la sociedad civil y a los ciudadanos en general a evitar un colapso institucional que pudiera traer consigo la concentración de poder tras las elecciones congresuales y municipales.

Asimismo, instaron a la oposición a dejar atrás las proclamas catastróficas, las alharacas pesimistas y las amenazas de violencia, para concentrarse en ser ente de desarrollo desde los gobiernos locales y de equilibrio en el seno del Congreso, especialmente en la Cámara de Diputados.

Advirtieron que constituye una señal altamente negativa para el clima de negocios y de inversión, la versión de que grupos políticos inconformes con los resultados de las elecciones planifican actos de desobediencia civil para esta semana. "Esto sería una torpeza y un flaco servicio a la estabilidad que vive el país, que podría revertirse contra los propios planificadores", señalaron.

Los presidentes de la Asociación de Empresas Industriales de Herrera (AEIH), el Consejo de Pasados Presidentes de la entidad y de la Federación de Asociaciones Industriales (FAI), consideraron que, tras los resultados electorales, la sociedad civil tiene un mayor reto de ejercer la veeduría para contener los desmanes del poder.