miércoles, 21 de abril de 2010

Crítican a Evo Morales por vincular conducta sexual con consumo de pollo.


BOGOTA.- La diatriba del presidente de Bolivia, Evo Morales, contra los pollos y los alimentos transgénicos, a los que atribuye efectos perniciosos para la sexualidad de hombres y jovencitas y un aumento de los calvos en el mundo, le ha valido un aluvión de críticas y calificativos como ignorante y homofóbico

Los más enojados son los colectivos de homosexuales, pero la industria avícola y la de alimentos procesados, la Coca Cola y los productores de papas de Holanda tampoco tienen motivos para estar
contentos.

Morales se despachó ayer a gusto contra todos esos productos al defender la alimentación tradicional y arremeter contra el capitalismo en su discurso de inauguración de la Primera Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático.

"El pollo que comemos está cargado de hormonas femeninas. Por eso, cuando los hombres comen esos pollos, tienen desviaciones en su ser como hombres", sostuvo Morales, quien aseguró que por eso él
solo come pollos "criollos", alimentados y criados naturalmente.

Esa afirmación "no tiene asidero científico alguno", subrayó hoy a Efe Marcelo J. Schang, presidente del Comité Científico del XXII Congreso Latinoamericano de Avicultura (2011).

Morales atribuyó además al consumo de pollos y otras carnes con hormonas el aumento prematuro del busto en las chicas, profetizó que en 50 años, y no cien como dice el refrán popular, todo el mundo
será calvo por culpa de la desnaturalización de la alimentación, y aseguró que las papas holandesas concentran "veneno" en la cáscara, y la Coca Cola solo es buena para destapar inodoros.

Schang, decano de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Católica Argentina y especialista en nutrición avícola, recalcó que hay "una leyenda negra" acerca de cambios sexuales por consumo de pollos que se remonta a los años 50 del siglo XX y está muy arraigada popularmente, aunque no tiene fundamentos científicos.

El especialista fue categórico: la industria avícola no utiliza hormonas para un crecimiento rápido de los pollos y sus productos son absolutamente salubres.

La aceleración del crecimiento de los pollos -ahora cuando nacen pesan 40 gramos y en 40 días logran alcanzar los 3.200, mientras que antes de la industrialización se necesitaba un mínimo de 120 días
para ganar un kilo de peso- es producto de la genética (ya no son las mismas razas que en el pasado sino híbridos), la alimentación, la sanidad y el manejo, aseguró.

Las afirmaciones de Morales tampoco han caído bien en la comunidad homosexual de su país y de otros latinoamericanos.

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